Internacional
En un nuevo giro de 180 grados, la cada vez más cuestionada
primera ministra británica, Liz Truss, anunció el viernes que incrementará el
impuesto a las sociedades, como había previsto el anterior gobierno, para
“tranquilizar a los mercados”.
”Está claro que algunas partes de nuestro minipresupuesto
fueron demasiado rápidas para los mercados”, reconoció Truss en una breve rueda
de prensa, en la que insistió en la necesidad de “estabilidad” para la economía
británica, tras destituir a su ministro de Finanzas, el ultraliberal Kwasi
Kwarteng.
“Estoy absolutamente determinada a cumplir la promesa que
hice de conseguir un crecimiento más fuerte, un Reino Unido más próspero y de
salir de la tormenta en la que nos encontramos”, afirmó Truss.
La primera reacción de los mercados parece ser positiva,
con un alza pronunciada en la bolsa de Londres y los rendimientos de los bonos.
Truss despidió a Kwarteng, quien había regresado desde
Washington a Londres antes de lo previsto para mantener conversaciones con miembros
del Gobierno sobre su controvertido plan de crecimiento. Jeremy Hunt fue
anunciado como nuevo ministro de Economía en su reemplazo.
“Me has pedido (Liz Truss) que me aparte como su Canciller.
He aceptado. Cuando me pediste que fuera Canciller, lo hice con pleno
conocimiento de que la situación a la que nos enfrentábamos era increíblemente
difícil, con la subida de los tipos de interés mundiales y de los precios de la
energía”, escribió Kwarteng en una carta publicada en su cuenta de Twitter en la
que anuncia su salida del Gobierno.
En medio de la crisis, los diputados conservadores dieron a
Liz Truss un plazo de 17 días para salvar su puesto como primera ministra del
Reino Unido. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, se sumó a quienes
piden la renuncia de la actual jefa de Gobierno.
Fuente: Infobae