¿Murió el activismo efectivo en tierra para migrar a lo digital? | Augusto Hernández

 


Por: Augusto Hernández

A finales del año pasado, en noviembre para ser exactos, Honduras vivió una jornada electoral histórica, no sólo por la elección de Presidencia en el país centroamericano, ni los 3 designados presidenciales o vicepresidentes, tampoco los 128 diputados al Congreso Nacional, ni los electos a las 298 corporaciones municipales, ya sean alcaldes, vicealcaldes o regidores, tampoco la ruptura del bipartidismos (PNH –PLH), mucho menos por el hecho de haber elegido por primera vez a una mujer como líder de Honduras o la mayor cantidad de mujeres electas al Congreso Nacional, no, nada de eso hizo histórica la fecha como lo fue la participación ciudadana, el 69% del electorado se hizo presente y con ello, se convirtió en la elección con mayor participación desde 1997.

Los resultados fueron respuesta a una muerte anunciada. Se podrá decir que se erró en la estrategia general del Partido Nacional de Honduras –partido en el poder por doce años-, se dirá que los asesores no supieron leer el contexto que se vivía, se podrá decir que la gente estaba cansada de lo mismo, se dirá que el miedo a vivir en un Narco-Estado triunfó, también será válido señalar que la izquierda en Latinoamerica sube como la espuma y es un efecto natural que se adueñara de Honduras, no faltará quien diga que ganó el mejor proyecto y cientos de posturas más, todas ellas igual de válidas que las anteriores; sin embargo, lo que resulta interesante analizar de este resultado abrumador a favor del Partido Libertad y Refundación (Libre) es, si el trabajo en “tierra” ha muerto o disminuido en efectividad, para dar paso a un activismo digital en Redes Sociales.

Días previos a la elección, se llevaron a cabo cierres de campaña en diversos Departamentos, las Redes Sociales explotaron y se observaba una cantidad impresionante de contenidos invitando a la ciudadanía a ser parte de estos eventos presenciales, mismos que serían en muchos casos transmitidos o “strimeados” por las plataformas digitales, para quienes no pudieran asistir a mostrar su apoyo a su partido o candidato(a). Aquí es en donde surge la duda de qué pasó con la efectividad del trabajo territorial, sobre todo, con lo que sucede hoy en Honduras durante la conformación de su Congreso Nacional.

Era sábado y San Pedro Sula sería testigo de 3 cierres de campaña, los Liberales, Nacionalistas y los de Libre escogían la ciudad más grande del Departamento de Cortés para hacer eventos masivos presenciales, con la intención de mostrar músculo con miras de lo que sería la semana siguiente para elegir quien ocuparía la Presidencia. Nasry Asfura “Papi a la orden” respaldado por Caledonio –alcalde de San Pedro y personaje que buscaba la reelección-, montaba un escenario de primer nivel y acordonaba un área que podría albergar a más de 35,000 personas, mientras los de Libre y Liberales eran más prudentes en elegir sus espacios, sabedores que la pandemia y austeridad en campañas podrían hacer que no se juntara –voluntariamente- la población.



Transcurrían las horas y el espacio en “Wonderland” se comenzaba a llenar, como en todo evento masivo político los “acarreados” no faltaban, grandes cantidades de autobuses hacían su arribo a zonas cercanas y miles de personas buscaban un espacio para ver bailar a “Papi” y escucharlo con su sencillez decir que era diferente, pasaron los minutos y ese espacio previsto para 35,000 pronto fue insuficiente, se pasó la meta y en el lugar había más de 50,000 almas que mostraban el músculo del Partido Nacional rumbo al 28 de noviembre, música y animación era parte del evento, hombres y mujeres que eran aspirantes a algún puesto de elección popular en el Departamento de Cortés se dieron cita para mostrar su respaldo a Tito Asfura y así, se logró un evento exitoso, Caledonio quien en pasadas gestiones había trasformado la cara de San Pedro con modernas vías de comunicación, parecía haber cumplido con Tito y le había dado el mejor cierre posible en una ciudad que no fuera Tegucigalpa, mientras este era un gran evento y la gente lo veía en Redes Sociales por todas partes del país centroamericano, los de Libre y el Partido Liberal de Honduras habían sido presa de una mala organización, sus eventos lucieron vacíos, desolados y en los medios de comunicación y plataformas digitales se comparaban los eventos.

Ese día y los siguientes 2 ó 3, las Redes Sociales evidenciaban el gran trabajo en tierra que se había logrado, comparaban la asistencia de uno y otro, hacían mofa de los cientos contra los miles, se veía marcada la comunicación de contraste pero… pero nunca se generó comunicación ni contenido para el ecosistema digital, es decir, se llevó cada día al contenido digital lo generado en tierra y aire, sin respetarse la naturaleza de cada escenario.

Parecía que por lo menos en Cortés, las cosas serían diferentes en esta ocasión para el Partido Nacional, pero duró poco la novela de amor, 1 semana después Caledonio y el PNH perdían por mucha diferencia todo el Departamento, la novela daba un giro inesperado y la gran convocatoria al evento masivo, parecía una traición anticipada o un cheque al portador cobrado por la ciudadanía como factura a los malos manejos nacionales. Pero, qué pasó realmente en esta elección, ¿Los miles de personas que asistieron a los eventos no salieron a votar? ¿Lo hicieron pero en contra? ¿El trabajo territorial y en el escenario en tierra ya no es efectivo?, todo es posible responder con un sí y no, pero merece un análisis más a fondo.

Los factores que llevaron a Xiomara Castro al poder en Honduras son diversos, el trabajo en Redes Sociales es cada día más importante y su impacto en la decisión que se toma innegable; sin embargo, señalar que el trabajo en tierra ha perdido efectividad es irresponsable. La sociedad se enfrenta a un nuevo paradigma de comunicación, en el cual, la comunicación lineal y/o unilateral, es decir, en una sola vía ha de dejado de ser funcional y permisible, el impacto de un mensaje o contenido digital compite con cientos de mensajes por la atención de las personas, no sólo con mensajes políticos sino que lo hace contra promoción de productos de belleza, alimentos, ropa, medicina, diversión, música, deporte, etc. Por lo que el trabajo en tierra debe ser repensado desde la estrategia, no sólo se debe llenar de personas un espacio, no basta con visitarles casa por casa, hacer caravanas, no servirá de nada entregar dádivas o utilitarios, se requiere llegar a ellos con un mensaje real, sin poses, un mensaje que identifique a la ciudadanía con las propuestas o causas, un mensaje y comunicación que no sólo transmita sino que escuche y reciba, que genere interacción, una escucha proactiva para resolver necesidades y ganar voluntades.

La labor en tierra debe tomar el pulso de la sociedad, debe nutrir la percepción del candidato o candidata de humano y buen vecino, el trabajo entierra debe ser canal de recepción temprana y oportuna de críticas, de observaciones sobre el sentir del pueblo y no simplemente parte de la estrategia que será vista en medio de comunicación o plataforma digitales, la efectividad del trabajo en tierra debe revalorarse, pero esto sólo será posible si es la estrategia general considera los alcances de este escenario en una sociedad 2.0, en donde el individualismo es parte de todos, pero la necesidad de pertenecer y ser reconocidos se encuentra latente en cada acción.



El trabajo en los tres escenarios –aire, tierra y digital- es fundamental, no puede existir una campaña política sin ellos, los resultados del pasado 28 de noviembre en Honduras no son más que muestra de que gana quien menos errores cometa al ejecutar la estrategia y no quien tenga el mejor proyecto, prueba de ello es la tensión existente al designar la dirección del Congreso Nacional a 1 semana de tomar posesión Xiomara Castro, se habla de una traición al pacto o acuerdo que se tenía entre Libre y el Partido Salvador de Honduras, que podría desestabilizar el proyecto de izquierda que está por comenzar en el país centroamericano. Antes de comenzar el proyecto de nación se pone a si mismo obstáculos, la gestión y trabajo territorial en la Cámara de congresista no está siendo el esperado y esto, se debe a haber dado por sentado que se respetaría la decisión tomada desde arriba sin consulta a las bases, el cabildeo se dejó de lado por la soberbia que reina en la izquierda latinoamericana, que cree que todo debe rendirse a sus pies por el simple hecho de existir, con esto y los golpes que se armaron en Honduras entre Diputados, se demuestra que el trabajo territorial, el cabildeo, las visitas y negociaciones son y serán parte del trabajo tripartita de la política mundial, su efectividad estará basada en la estrategia diseñada y en la valoración y respeto que se le dé a susalcances.

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